Me gustan las mermeladas, pero las caseras. Si son industriales solo me gusta la de fresa y la de melocotón.Por eso que mejor que hacerlas en casa que sabes lo que lleva, y además lo hecho por una misma siempre sabe mejor.
Por eso el otro día en el mercado vi las fresas a buen precio y con una pinta de escándalo, me dije, es el momento ¡ponme un kilo!! Y directa a casa a hacer mermelada. En esto de las mermeladas cada maestrillo tiene su librillo, y yo hago caso al librillo de mi madre, y allí dice que medio kilo de azúcar por cada kilo de fruta. Pues así lo hice:
1 kilo de fresas
1/2 kilo de azúcar
un chorrito de zumo de limón
Pimienta rosa
Lavamos las fresas y les quitamos el pedúnculo. Las troceamos y las ponemos en la cazuela donde vayamos a elaborar la mermelada. Añadimos el azúcar y lo dejamos "macerar" unas horas.
Pasado el tiempo añadimos un chorro generoso de limón, encendemos el fuego y lo dejamos cocer más o menos media hora, o hasta que haya cogido la consistencia que queremos. A media cocción yo lo trituro porque no me gustan los "trocitos" en las mermeladas.
Cuando ha terminado aparto la mitad y le echo pimienta rosa bien machacada en el mortero. Y así tengo mitad con pimienta y mitad sin.
Cuando ya está lista lo ponemos en los botes y lo envasamos al vacío para que tengamos mermeladas todo el año.
Envasado al vacío:
Para mi esto era un mundo sin explorar y me parecía algo dificilísimo y nada de eso. Os cuento, primero cocéis un buen rato los botes y las tapas.
Echáis en caliente la mermelada (o lo que sea), lo cerráis bien y le dais la vuelta hasta que se enfríe. Este paso es para que con la condensación no salga esa película mohosa en la tapa que sale a veces.
Una vez templado lo metemos de nuevo en una cazuela con agua y lo cocemos 15 min. Ya lo tenemos listo y envasado al vacío.