Ya que, por desgracia, tengo que madrugar todos los días yo soy de las que prefiere levantarse con tiempo y desayunar sentada y tranquila. No puedo empezar el día sin tomarme el colacao y el zumo de naranja natural... si, colacao, no puedo con el café a primera hora de la mañana; yo, como mi papa, un colacao para desayunar. Os aseguro que ninguna marca comercial a intervenido ni ha pagado a nadie para la elaboración de esta entrada, pero yo soy de colacao... el nesquik no me gusta, puaggggg
No consigo entender a la gente que sale sin desayunar de casa, ¿no les da un telele?, porque a mi me da un bajón que no consigo dar un paso. Además, ahora que llega el buen tiempo, poder desayunar en mi terraza, con las flores, cuando aun hace un poco de fresquito... ummmm que placer (aunque luego haya que ir a currar y se tuerza el día)
Lo que pasa es que tomar liquido así, sin más, pues como que no. Siempre hay en el armario, galletas, cereales, pan... lo que sea. Y con una crisis de ideas para el desayuno (entre las miles de crisis que me asaltan a lo largo del día) me lancé como loca a la red en busca de algo para para mojar en el colacao. Encontré el blog de Mi Dulce Tentación con unas bizcogalletas impresionantes. ¿Y que son las bizcogalletas? o bizcolletas como las hemos rebautizado... pues está claro, una mezcla de galletas y bizcocho. Son impresionantes, tiernas y riquísimas; pero lo mejor de todo es que se hacen en un pis-pas. La temporada de fresas ha llegado a su fin, pero me las imagino de frutos rojos, cerezas o incluso mango... Que pasada!
Os pongo la receta tal y como la tiene Silvia en su blog, porque es perfecta:
100 grs de mantequilla.
150 grs de azúcar.
1 huevo.
1 yogurt griego.
120 grs de fresas.
225 grs de harina.
25 grs de maizena.
1/2 cucharadita de levadura.
1/2 cucharadita de canela.
Azúcar para espolvorear.
Batiremos la mantequilla, a temperatura ambiente, con el azúcar hasta tener una crema ligera y esponjosa. Agregamos el huevo y el yogurt y mezclaremos todos los ingredientes. Laveremos las fresas, les quitaremos su pedúnculo y las trocearemos en dados no muy grandes y lo añadiremos a la masa. Por último incorporaremos los ingredientes secos que hemos mezclado juntos en un bol y tamizado, la harina, la maizena, la levadura y la canela. En una bandeja de horno, con papel sulfurizado o un silpat, vamos poniendo cucharadas de masa redondeándolas un poco, sepaándolas unas de otras ya que crecerán al hornearse. Espolvorearemos un poco de azúcar y meteremos al horno precalentado, con calor arriba y abajo, a 170º durante 20 minutos. una vez fuera del horno las pondremos en una rejilla para dejar enfriar por completo.