Salmón ahumado

   Tengo un libro nuevo, no tiene absolutamente nada que ver con la receta de hoy, pero es que me está encantado. Es un libro de cocina sefardí, regalo de mis suegros, y está estupendo. No solo son recetas estupendas, sino que también habla de la historia de los judíos sefardíes y del ritual que tiene cada plato y cada ingrediente. Estoy deseando ponerlo en práctica.

   Ahora vamos con la receta, Salmón ahumado, aunque en realidad no es ahumado, más bien diría que es marinado. He descubierto un paquete de sal que tiene ya todo necesario para hacer este salmón, es decir, la sal marina ahumada y el azúcar. Os pongo la foto por si la queréis buscar, yo la compro en el Mercadona:

   Os digo como lo hemos hecho:

Un lomo de salmón

Un paquete de sal ahumada (la que os he dicho antes)

Eneldo

Aceite de oliva

   Lo primero es comprobar que el salmón no tiene espinas, si tiene hay que quitarlas. En una fuente alta ponemos una capa generosa de la sal y encima ponemos el salmón, por el lado de la piel. Después echamos el eneldo por encima del pescado, una buena cantidad. Y cubriendo todo esto, otra capa de sal. 

   Lo único que nos queda es taparlo bien con film (y más si usáis esta sal ahumada, porque apesta toda la casa) poner un poco de peso encima y meterlo a la nevera unas 24 horas. El tiempo depende un poco del grosor, si es un lomo muy gordito lo tendremos más tiempo.

   Pasado el tiempo sacamos el salmón de la sal, que estará húmeda y llena de la grasa del pescado; y le quitamos bien la sal debajo del grifo. Lo secamos bien con papel de cocina y lo metemos en aceite de oliva. Y ya solo lo tenemos que filetear cuando lo vayamos a utilizar. O también lo podemos cortar y conservarlo así en el aceite.