domingo, 16 de septiembre de 2012

Mantequilla, si o no.... o mejor, un pescado al limón delicioso

   Cocinar con mantequilla, o con nuestro aceite de oliva... Pues para mi depende. Depende del origen del plato, depende de la cantidad de mantequilla o depende del alimento que vamos a cocinar.

   Hay gente que sustituye inmediatamente en sus recetas la mantequilla por el aceite de oliva (si!! yo también lo he hecho), pero hay que reconocer que alguna de las recetas cobran una vida especial cuando las cocinas con mantequilla. Es cierto que las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva son mucho más beneficiosas para nosotros que la gran cantidad de grasa de la mantequilla... pero a nadie le amarga un dulce.

  La receta de pescado de hoy, la he preparado de las dos formas, con aceite de oliva del güeno y con mantequilla... y contra todo pronóstico ganó la mantequilla.



Para dos personas

2 filetes de unos 125 grs de pescado blanco (bacalao fresco, merluza...)
50 gr de mantequilla
Piel de limón en tiras finas
2 cucharadas de zumo de limón
4 patatas
sal y pimienta

    Pre calentamos el horno a 180º.
   Primero, en una sartén, calentamos la mantequilla y doramos la piel del limón, un minuto más o menos a fuego medio. Añadimos el zumo de limón.

   Salpimentamos el pescado y lo ponemos en una fuente para horno, seguidamente lo bañamos con la mantequilla con limón. Lavamos las patatas y las cortamos en láminas muy finas (chips), y las colocamos por encima del pescado y las salamos. Añadimos unos trocitos de mantequilla y lo horneamos unos 15 - 20 minutos.


   Más fácil que este plato de pescado creo que es complicado; el sabor que le da la mantequilla es un puntazo y el toque de limón  es refrescante.


   Lo que seguro que os resultará refrescante es nuestro nuevo proyecto... ese que empieza a abrir sus alas y del que tengo tantas ganas de hablar... pero tendrá que ser otro día por que lo bueno, siempre se hace esperar.

viernes, 14 de septiembre de 2012

El reinicio... con una sopita de tomate, mejor


   Más de un mes sin una entrada ¿¿¿¡¡¡Pero esto que es!!!????, pues vacaciones señores... bueno a medias, porque aquí la doña no ha parado un momento quieta. Si, hay muchas cosas que contar y muchas recetas que colgar.

   Aparte de unas vacaciones a las orillas de mi Málaga querida, el verano a dado mucho de sí. Os cuento, he empezado a colaborar con la revista MDmujer.com en la sección de Club Gourmet, y ya he publicado mi primer artículo, "El Mercado de San Antón"; echadle un ojillo, a ver que os parece... que me hace ilusión. Y tengo otra cosa importante que contaros, la familia cocinilla está inmersa en un proyecto que os va a encantar y, en el que espero, que todos los que leéis este blog participéis... pero no!, no será ahora cuando os cuente todo. Poco a poco os iré dando pistas, hasta llegar a la sorpresa final. Es un proyecto chulísimo, que nos llena de orgullo, satisfacción y nos está quitando más horas de sueño que Iria cuando tomaba la teta.

   Bueno, ahí os dejo con la intriga... pero a cambio os voy a dejar una de mis recetas estrella de este verano, y para que aprovechéis que aun los tomates de temporada saben algo a tomate, y que las sandías aun están en la frutería; y, para más inri todavía apetecen cosas fresquitas. Es una sopa (o gazpacho con aires moderniles), muy sabrosa y los ingredientes combinan a la perfección. Tenía la receta en uno de esos coleccionables que tengo apilados en casa, y ha sido un gran acierto.


   Para dos y medio:

1,5 kilo de sandía
3-4 tomates maduros
unos tomates cherry
1 manojo de albahaca fresca
Pimienta negra
aceite de oliva
sal


Primero vamos a elaborar un aceite de albahaca. Para esto, trituramos la albahaca (reservamos una hojitas) con el aceite de oliva y lo dejamos reposar mientras hacemos la sopa.

Troceamos la sandia ¡¡sin la piel!! y los tomates. Ponemos todo en el vaso de la batidora y trituramos bien. Lo colamos con ayuda de un chino o de un colador fino y reservamos. Lo mismo hacemos con el aceite que teníamos reservado, lo colamos y lo reservamos.

Con una cucharada del aceite de albahaca salteamos los cherrys durante un minuto en una sartén, con un poco de sal. Y en esa misma sartén podemos planchear taquitos de sandía. Los ponemos en el cuenco donde vayamos a servir.

Repartimos nuestra sopa en los cuencos y añadimos un hilo de aceite de albahaca. Ya lo tenemos listo para llevarlo a mesa.



   No os quejareis, que menos calorías no puede tener. Nos vemos por los blogs!